¿Es bueno dormir sin almohada?

Una vez que tenemos claro cuál es el mejor colchón del mercado, toca hablar del tema de la almohada, su compañera de viaje. ¿Es bueno dormir sin almohada? ¿Cuándo prescindir de ella? Resolvemos estas dudas en las siguientes líneas.

Si llevas tiempo durmiendo mal o padeces dolores en el cuello o en la espalda puede deberse a tu almohada.

¿Cuándo es bueno dormir sin almohada?

  • Si dormimos boca abajo, en función del tipo de colchón
  • Personas con un biotipo endomorfo o mesomorfo que duermen boca arriba
  • Los bebés menores de un año y medio
¿Es bueno dormir sin almohada?

¿Qué objetivo debe cumplir la almohada?

La finalidad es proporcionar una mayor relajación a los músculos del cuello, procurando siempre un correcto alineamiento de la columna. Esto se logra rellenando el hueco que se crea al tumbarse sobre el colchón, entre la zona superior del cuerpo y la superficie de descanso.

Dependiendo del tipo de equipo de descanso que hayas adquirido en Miluna y la postura que adoptes para dormir, la distancia entre la zona cuello-cabeza y el colchón será mayor o menor. Será por lo tanto más o menos necesario el uso de una almohada.

Por eso, si nos preguntamos cuándo es bueno dormir sin almohada, no habrá una respuesta clara. Todo dependerá de cómo y en qué colchón duermas. Decíamos antes que las personas que duermen boca abajo, según el tipo de colchón, no suelen usar almohada. La cuestión es que esta

es la postura menos recomendable para dormir. Podremos prescindir de ella si usamos un colchón de firmeza media o media-alta y tenemos un índice corporal superior a 25. También si se descansa sobre un colchón de firmeza media y muy adaptable. Es decir, personas que tengan una espalda ancha y duerman boca arriba sobre un colchón de firmeza media o suave media, con un buen nivel de adaptabilidad, que se hundan bastante en el colchón.

Una de las mejores posturas para descansar es la postura semifetal. Además, el colchón debe adaptarse perfectamente a las características morfológicas de cada persona, según su biotipo concreto. Si usamos una almohada de mala calidad podemos acabar sufriendo tendinitis o lesiones cervicales.